15 octubre 2014

ENTREVISTA en A-CONTEMPORÁNEA

Os dejo una entrevista que los colaboradores de A-CONTEMPORÁNEA me hicieron en Junio del 2014. Fue un encuentro fabuloso donde hablamos y reflexionamos sobre el arte contemporáneo andaluz. 




A continuación la entrevista. Si quieres redireccionarla a su página, pincha aquí





Inma Fierro es una de esas personas que transmiten energía, frescura, fuerza y ganas, una pasión que, sin duda, plasma en sus cuadros: pinturas expresionistas, viscerales y cargadas de color. Nació en los Palacios y Villafranca, en Sevilla, adonde a vuelto después de vivir en Barcelona, ciudad en la que terminó Bellas Artes, Asturias y Florencia.
Nos tomamos un café con ella, aunque podrían haber sido veinte para seguir hablando de su arte, de su forma de trabajar y de su experiencia en el sector en cada una de las ciudades por las que ha pasado. Se define como una andaluza no andaluza, le ha hecho falta coger distancia para valorar la riqueza de la tierra. Sevilla y Andalucía está carga de atractivos, de historia y de nuevas propuestas más contemporáneas, pero nos lo tenemos que creer, nos tenemos que poner en valor, y por eso, ella espera poder asentarse aquí y poder vivir de lo que realmente le importa ahora: su pintura.
Pregunta: ¿Cuándo dijiste: yo he nacido para pintar?
Respuesta: Siempre he pintado, desde pequeña, pero con 16 años viajé a Francia y conocí a Picasso, a Miró, el arte contemporáneo…y me enamoré. Pero hasta tres meses antes de hacer selectividad no dije: voy a hacer Bellas Artes. Siempre pensé que la pintura es muy sacrificada, que del arte en general no se puede vivir, y ahora me doy cuenta de que no es cierto. Es muy sacrificado, pero es la profesión que he escogido y la volvería a repetir sin duda.
P: ¿Qué es para ti el arte?
R: El arte es la vida. Mi pintura es totalmente emocional, visceral, cuenta historias que me van pasando, procesos que voy viviendo. La vida es el arte, el arte es la vida.
P: ¿Cómo defines tu estilo?
R: Mi obra es primeramente expresionista. Estoy ahora en el mundo de la abstracción. En este momento mi pintura es una pintura vital, sensitiva y emocional. A través del color intento captar la sensibilidad de las personas y despertarlas de alguna forma.
P: ¿Cuál es tu principal inspiración? ¿tus influencias? 
R: Influencias tenemos todos de todo. Me influye la música, la lectura, leo mucha filosofía. Como profesional de la pintura me gusta mucho leer expresionismo abstracto como Francis Bacon, Antonio Tàpies, Meirelles…También me gusta mucho Goya. Pero incluso tomando un buen café puedes encontrar la inspiración. La inspiración no solo está en los libros o en un momento de calma en el estudio, la influencia es todo. Puedo encontrar una inspiración muy bonita en una gran conversación o tomando un café. Todo aporta.
P: ¿En qué estás trabajando ahora?
R: Trabajo por series y temáticas. Trabajo un concepto. Ahora estoy trabajando el desapego, la ‘teoría del desapego’, que es el concepto de cómo me relaciono con los demás. Me autoanalizo, autoanalizo las relaciones que he tenido con mis parejas, con mis amistades…empecé a buscar de dónde viene esta teoría, de la afección, las formas de comunicación. La teoría del apego dice que aprendemos a querer a los demás según nos hayan querido y nos hayan enseñado a querer y, sobretodo, en la relación con la madre.
También estoy trabajando con el director de cine Manuel Martín, para un documental. En unas ilustraciones para murales de un colegio. Y tengo prevista una exposición en agosto sobre el mundo del toro, un tema que vuelvo a retomar ahora. También con el pintor Adrián Segura trabajo el mundo del minotauro.
P: ¿Qué quieres comunicar con tu obra?
R: Trabajo por momentos, cosas pasan en mi vida y necesito desarrollar esa historia. La pintura y la vida es un gran por qué. Transmito mi historia, pero como es una experiencia a través del color, no es tanto lo que yo cuente como lo que tu experimentas a través de esta pintura. No me gusta desvelar todos los secretos, me gusta que se creen secretos en ti mismo a través de la imagen que te ofrezco.
P: ¿Es vital para ti que el espectador entienda tu obra?
R: Hay que gente que la va a entender y gente no. Las críticas siempre las vas a tener, buenas y malas. El arte, vital y emocional como el mio, o el arte político, el conceptual o el estético, siempre genera algo en el espectador aunque, realmente me da igual si lo entiendes o no. Me encantaría, si se entiende mejor, pero sino se entiende también se crean otras cosas a partir de ahí que también son bonitas.
P: Cuéntanos sobre tus experiencias en el norte, que hemos visto que no son pocas…
R: Empecé Bellas Artes en Sevilla, estuve en Florencia de Leonardo, después en Barcelona, donde terminé la carrera y también hice un master de Creación Artística, y después me fui a Asturias, donde estuve ocho meses. Es muy bueno salir de aquí para tener otros puntos de vista.
El norte es abstracto y Andalucía es clásica, es la tierra de Velazquez, y aún estamos un poco encerrados en eso. Sevilla es muy linda pero tiene muchas cosas que cambiar. Hay muchas cosas que se hacen buenas y por eso estoy luchando por quedarme aquí, aunque es una realidad que en el norte se vende muy bien mi obra. En Sevilla me vi muy atrapada con el expresionismo, yo sentía que era el momento de dar el paso pero no me dejaron, por eso me fui, y en Barcelona me enseñaron a desarrollar el concepto, a trabajarlo, a creértelo y a transmitirlo. En Sevilla hay gente muy buena pero es necesario estar en los círculos del arte.
P: ¿Cómo comparas el trato que reciben los artistas allí y aquí, en Andalucía?
R: El trato funciona en todos lados igual. La diferencia es la clientela y el público. No es que el de aquí sea mejor o peor que el del norte, pero nuestras bases son totalmente diferentes. No podemos comparar la cultura clásica de Sevilla, la escuela de Velázquez, con la escuela de Tàpies, Miró o de Dalí de Barcelona. Barcelona o Asturias apoyan mucho su cultura, su pueblo, las cosas que se hacen en su tierra, no sólo de su gente porque yo, no siendo de allí, me he sentido muy acogida; pero en Andalucía nos falta todavía creernos lo buenos que somos en muchas cosas, porque lo somos. Somos tierra de poetas, escritores, de buenos músicos, artistas…pero las políticas no ayuda, ni la educación o la cultura. Los andaluces quedamos como los graciosillos pero hay cosas en los andaluces muy ricas que no encontramos en otros sitios, y eso yo lo he aprendido estando fuera.
Es muy importante que la política apoye y no que nos tengamos que ir fuera a buscar oportunidades. Es una pena que haya tanta potencia y tanta buena sabia y que no se nos saque jugo. Se nos desprecia totalmente, no se apuesta por los jóvenes, siempre son los mismos los que se mueven en el sector.
P: Háblanos de la tauromaquia en tu obra
R: Empecé a hacer expresionismo abstracto en 2010, y dentro he tratado el tema de la tauromaquia. Yo siempre he sido una andaluza que no he sido andaluza, nunca me ha gustado el folclore o la Semana Santa, pero cuando me he ido fuera he visto esa riqueza de la que siempre me he desvinculado, quizás por la sociedad sevillana. Cuando me fui fuera, aprendí que el pueblo catalán es un pueblo porque se apoya a si mismo, y me he dado cuenta de que Andalucía también es otro pueblo pero lamentablemente no existe ese apoyo. De hecho traté el tema de la tauromaquia porque aprendí a querer las cosas de mi tierra, desde la forma de vivir, que es muy bonita, a sus tradiciones.
La tauromaquia en mi pintura fue una reconciliación con mi tierra. Andalucía es una tierra muy pasional, a parte de enamoradiza, somos gente con mucho carácter, mucha garra, mucha personalidad…y para mi el mundo del toro representa todo eso muy bien. No podemos solo vivir del folclore y Sevilla vive demasiado de eso.
P: ¿Y sobre tu técnica?
R:  Aunque ahora esté con la pintura nunca se sabe. Yo uso la pintura porque es un lenguaje expresivo. En la pintura, a día de hoy, se inventan muchas cosas, y las técnicas mixtas mezclan muchas cosas. El inconveniente del arte contemporáneo es que, como se usan técnicas que se están probando hoy en día, se experimenta desde acrílicos, barnices, soportes diferentes… Mi pintura en el fondo es muy clásica, uso acrílico, óleo…y como es más visceral, de expresión en el momento, me gusta el acrílico porque se seca rápido y te ayuda a seguir trabajando sin borrar o mover nada.
P: En tus obras, ¿cómo conviven la libertad creativa y la técnica?
R: En Sevilla aprendí mucha técnica. La libertad siempre existe. Yo con mi cuadro tengo una conversación continua. Cuando me pongo a pintar, es el acto creativo, no el arte, lo que me interesa y desarrollo. Es tu propia reflexión, tu conversación contigo misma. La libertad es primordial.
P: ¿Se puede vivir del arte?
R: Se puede vivir, otra cosa es que te dejen (risas). Yo no me puedo quejar, llevo dos años muy buenos vendiendo obras, pero es muy complicado. El apoyo familiar es fundamental; económicamente, emocionalmente y profesionalmente siempre me han empujado, y los amigos también; y creértelo tu, y trabajar mucho, es un trabajo continuo. Aunque a veces hay que pararse y respirar para coger un buen empuje y hacer un buen sprint. Tiene existir ese apoyo en todos tus círculos.
P: ¿Te interesan otros medios de expresión artística o sólo la pintura?
R: También la fotografía, el vídeo arte, la performance, la escritura, el teatro o el cine documental. La música me encantaría, pero no sé, es muy difícil. De hecho me fui a Barcelona para probar otra cosa que no fuera la pintura, pero me di cuenta de que no, donde estoy más cómoda ahora es en la pintura.
P: He visto que tus cuadros han llegado a Nueva York, ¿cómo fue esa experiencia?
R: Bueno, todavía yo no he estado en Nueva York, solo mis obras (risas). En 2012 hubo una convocatoria por la Fundación Gabarrón, que tiene sedes en Mula (Murcia), Valladolid y Nueva York. Me presenté y me seleccionaron justo el año que conmemoraba el aniversario de la galería en Nueva York. Así que expusimos allí junto a artistas americanos en la exposición ‘Two Hemispheres’, que hablaba de arte español y americano contemporáneo. Fue muy bonito, pero la próxima vez espero ir yo también a Nueva York.
P: ¿Qué opinas de los concursos y del artista que sobrevive a base de concursos?
R: El arte está hecho para todo el mundo pero sí es verdad que hay un círculo muy cerrado de alto nivel que quiere diferenciarse a la gente llana. Normalmente el artista de concursos, de paisajes por ejemplo, es muy efectista, sabe cómo atrapar al público en un momento, es todo técnica. Aprendes a hacer un buen cuadro para que guste a ciertas personas. Entiendo que el mundo del arte es tan difícil que hay gente que puede o no llegar a formar parte de él. Así que si se te da bien y puedes dedicarte a esa vida –la de los concursos-, pues por qué no, es una elección como cualquier otra. Aunque yo, personalmente, no la comparto, no me gusta nada.
P: En estos momentos, ¿dónde podemos ver un cuadro tuyo?
R: Ahora estoy en una colectiva en Wabi Sabi Shop & Gallery en Sevilla, también en la sala Croma en Cáceres, en la Galería el Arte de lo Imposible en Gijón, y en el Museo del Carril de Lisboa, en una pequeña exposición permanente.
En agosto vuelvo a El Arte de lo Imposible. Voy a participar por primera vez en la Feria del Arte Contemporáneo de Oviedo del 9 al 12 de octubre, y tengo varios proyectos entrenamos, como por ejemplo una exposición colectiva que tenemos pendiente en Salteras (Sevilla), en un centro cultural, que también podría terminar saliendo en octubre.
P: Una meta
R: Vivir siempre de la pintura, del arte. Esa es mi meta, un sueño muy grande. Y también me llama ahora el mundo de la ilustración, me encantaría hacer un cuento para niños en ilustración.

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