05 noviembre 2011

VENI VIDI SENSI / por Victoria Baquero (Hª del Arte)

“¿Qué es el arte puro según la concepción moderna? Es crear una magia sugestiva que contenga al mismo tiempo al objeto y al sujeto, al mundo exterior, al artista y al artista mismo”
Charles Baudelaire

INMA FIERRO Y SU INTENCIÓN ARTÍSTICA: ‘UN PULSO CONTRA EL OLVIDO
 
Las obras de Inma Fierro expresan su afán por conocer y desprenden el calor humano de las experiencias vividas. Representan esa necesidad creadora interior que experimenta la artista, ese proceso complejo y mental de energías, pensamiento, evolución y emoción que nunca cesa hacia su forma de comunicación: la pintura.Transmite su Verdad, su búsqueda de la Esencia, alejada de un arte puramente estético y proporcional. Una Verdad que puede aparecer en cualquier instante.


El instante es preciso en la obra de esta artista porque las imágenes “vividas” y “reflexionadas” son las que quedan materializadas en el lienzo, y así hacen alusión a la memoria que no se pierde. Una artista que, sin duda alguna, gustaría al gran crítico Baudelaire, defensor de la pintura que produce la inquietud de lo inesperado, la curiosidad por saber, la belleza eterna, la fugacidad propia de la Vida y la originalidad procedente de la búsqueda incesante por abrir nuevas perspectivas.
Un proceso intelectual en el que cada objeto tiene su propia razón de ser. La superficialidad en estas obras no existe, todo tiene un carácter trascendental. “Recrear” aquello que ha captado de la Naturaleza o la cotidianidad, modificarlo pasando por un proceso reflexivo, intelectual e impulsivo donde el sufrimiento y la alegría tienen cabida, para que aparezca ante el espectador de forma poética, verdadera e impactante.

SU ESTILO PERSONAL: ‘LA BELLEZA SUBLIME’
 
Su arte reproduce el pensamiento ínitmo del artista, de intensa premeditación, principio que tiene como consecuencia el cuidado y estudio de los medios materiales de la ejecución. Pincel generoso, vigoroso y firme que arrastra un color salvaje, brutal y sublime que aparecen como “fusión íntima” de colores en armonía. Espacio meditado, aunque el fluir espontáneo esté presente. Dicotomía entre la línea recta y curva que modelan formas y figuras nuevas, abstractas, inquietantes pero exquisitas.
Simbología íntima y personal, cercana al Informalismo matérico de Tápies, como también lo es la textura, ese descubrimiento del rastro de los pigmentos, como representación de lo transitorio de la Vida, de la huella del artífice. Imágenes espléndidas, que aparecen como la confusión de la realidad, repletas de la grandiosidad de la naturaleza que nos desborda. El Arte como viaje que nos transporta a un mundo desconocido.
La obra de Inma Fierro desprende esa sensación de contacto, creación, transformación, consumación y coronación.

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